HOSTOSIANAS / Ecoliteratura: De la guerra a la sustentabilidad / El Libro de la Guerra> / INTERCOMUNICADOR / ¿Qué es el desarrollo sostenible? / Economía sostenible / El Blog de Juanjo Gabiña / Desarrollo Sustentable / FACEBOOK / Carlos López Dzur / LIBROS / Diálogo Digital / UPR / INDICE: EHE / Parte Una: EHE / Teth cumplió 33 años / Prefacio / Carlancas / Sequoyah / Santa Fe, Mi País / Blog / Poema ecológico / Cuentos: Los oscuras sendas del escorpión / Rayos por celo de tu cuerpo / Cuentos / Máster en Energías Renovables y Gestión de la Energía - Presentación / SSdel Pepino / A Máximo Gorki, de Carlos López Dzur / Ocho poemas de «El hombre extendido» / Carta a Georges / Berkeley y yo / novela / Mireille Mathieu Tu n'as pas quitté mon coeur / Porquoi tu vis (Porque te vas) / Indice: Tijuana: Dolor de parto / Alto al ecocidio: El problema / Mundo Verde / CEJA / 35,000 niños mueren a diario por el hambre / Azul Ambientalista /
Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS y LIBROS
De Teoría de la sustentabilidad
Levántate, José Benigno,
ve a buscar la arcilla a Calabazas,
al sur de Cidral y Piedras Blancas.
Madruga, Antonia Gastón,
madre bendita, y llena jarras
con aguas del Culebrinas,
flujos del Norte de Guacio,
que voy a cocer una vasija:
honra para tu pueblo.
Mi luz la sacaré ex-nihilo de mi aliento vibratorio
de Tiqquim; pero alguien tendrá que ir a recoger
el barro, alguien que sepa de arcilla
y tenga una fragua en Pepino.
A los ríos yo los llamo Consciencia
y los universalizo sobre el Bazo
de los montes, los fluyo
sobre los cuatro elementos
de mi cruz en los mundos; hoy elegí
tu barrio, José Benigno, sal de la sombra,
y aguas del Culebrinas, peces dulces
y amargos, peces de Marah.
Más allá de las luchas en que has estado,
más allá de los triunfos sagastinos,
más allá de arrecifes coloniales,
voy a sembrar una luz en la arcilla.
Y mujer fértil hallé en Ana.
Y de la ostra de su útero fecundo,
se escuchará una perla,
su llanto de soprano.
Vaso de honra, tesoro, dejaré
en sus manos, alfareros.
Han de llamarla Nilita.
La tarea se ha dado, Ana Gastón.
Hazle en el plexo esplénico el Bazo
de su arrecife, házle una kelim de arcilla,
calabaza del alma; yo la transformo
en perla, yo llenaré su corazón
de oro con mi brajá, doy la bendición
del amor trascendente: la hago Honra
y Tesoro, mujer que defienda
a tu pueblo y sea profeta
de hombres libres y buenos.
Coopera, Vientós Lamourt.
Este es el verdadero triunfo:
que nazca con la arcilla que me traes,
que filtro hepático para purificarla
proveas, ángel del hígado,
que el río de Ana lama la perla,
se descanse en mi espacio,
y las Palmas de mis nubes
la protejan cuando comience el parto.
Tráela al Olam Hatikún: voy a llenarla
de mi ley para que mi lenguaje sea
libre y ejemplar, pueblo por pueblo.
Que sea ella quien corrija las naciones,
que parte de mi corona sea,
mi vasija amada en el Caribe,
con arcilla amasada por mis alfareros,
por el Culebrinas abrazada
entre los pepinianos.
|NOTA: Nilita Vientós, intelectual, escritora y educadora, nacida en 1903, en San Sebastián de Puerto Rico. Fallecida en 1989. Luchadora social, profesora universitaria, directora del Ateneo Puertorriqueño. Primera Mujer en postular en los tribunales puertorriqueños y federales; combatió el latifundio y la imposición del inglés en la escuelas como medio de enseñanza para americanizar al país. Fundadora de la revista literaria «Asomante / Sin Nombre», la más importante de la isla, creó el primer programa radial femininista y la Asociación de Mujeres Independentistas. Defendió el socialismo con una visión antiimperialista y boliviariana. Tenía talentos extraordinarios para el bel canto y el piano y escribía sobre crítica musical y teatro. Especilista en literatura irlandesa y norteamericana.
De este poema, tomado del libro Epica de San Sebastián del Pepino, su autor Carlos López Dzur, explicó: «Nilita es una de las mujeres puertorriqueñas que más admiro y, por eso, hablo sobre ella con metáforas sagradas, casi kabbalístucamente. La describo como quien será una heredera del trono en una futura nación más evolucionada y santa que la que le tocara vivir. Ella tiene una categoría espiritual, cuyo símbolo es el Mashiaj, la Era del Acuario, el Pez, la Num del alfabeto sagrado hebreo, que vive en Mem, las aguas del mar o los pozos profundos, o los ríos de la Consciencia. Nilita es mi 'stella-maris'. mi Estrella del Mar, y es mi equivalente de la Estrella de David. Numéricamente, David equivale al 14 y la letra del Pez es 14 en el orden del alfabeto sagrado».
Otros de los significados del Alef Bet que se utlizan en el poema de López Dzur son los de la letra «Caf», o la que representa la Palma de la Mano. Símbolo al que el poeta asocia la alfarería, esculpir con las palmas de la mano, como quien hace una vasija con esmero con arcilla y agua. «Todo ser humano es representado como una Vasija; pero, el agua de la que bebe Nilita, el agua de la que se coció su vasija en barro, es Sabiduría de la fuente Divina, el dragón Leviatán, sin ego».
Si bien Caf se asocia a los verbos 'suprimir' y 'doblegar', en sentido de humildad devocional, la Caf contiene el sentido de poder de regir, el afán por el trabajo creativo y para suprimir la inclinación de lo perverso y la fuerza negativa de lo natural o elemental. Caf también se representa como la Nube en rodea por lo alto al Desierto, dándole sombra consoladora y protectora. la Nube como la Palma de la Mano de Dios.]
* * *
Meditación de Teón sobre su hija
A Hepatía de Alejandría, asesinada por los monjes de la iglesia de San Cirilo de Jerusalén en el año 415¡Qué orgulloso estoy de tí!
Eres encantadora: la belleza te hizo mujer.
La curiosidad, memoria;
entusiasmo. Diosa en carne y hueso
que habla en la casa del maestro.
Todo te llama la atención, el cielo y el paso
de las horas, los colores y las penumbras,
ciclos de luna, el sol de la mañana clara,
la noche con estrellas. Constelaciones.
Todo lo exploraste porque tus ojos son grandes
y sueñan, en tres mundos, no sólo en lo aparente.
Tú miras las noosferas; tú, mi pequeña alumna;
oyente desde niña, sabia adolescente.
Mi voz, como alimento, te dio libros y conceptos;
tú, con perseverancia y atención, me das respeto.
Me sorprendes hondamente. Aprendo de tí
mientras te hablo. ¡Cómo me honras!
Es que yo he sido tu maestro.
2.
Todo lo meditas cuando ya duermo. Tú escribes
libros propios y cartas, consultas mis pergaminos.
Ya nada puedo enseñarte; ya eres filósofa
y la ciencia brota de tu pensamiento y en el círculo
de Olimpiodoro, más notable eres que Filipón y Hierocles.
Ayer te hablé sobre árboles por esquivar tus temas.
Sociedad, política, fanatismo. Te hablaría de pájaros y ríos
como cuando eras niña y mi devoción fue tu dulzura
de trino, tu rumorosa risa, alegría de vivir. No fue posible.
Eres pagana, entusiasmada, te apasiona el mundo.
Eres empática, hija mía. Eres combativa.
Amarías más que yo a estos pueblos
canallescos, crédulos, explotados, bajo el yugo
de autócratas, dogmáticos, bestiales.
Pero comprende: estoy viejo y te quiero.
Conocí el Imperio de Bizancio y lo que Roma
hoy pretende con su catolicismo; debo advertirte mi visión
para que no te sorprenda, confiadamente,
la porfía y traición que se organiza y viene.
3.
¡Qué orgulloso estoy, Hipatía!
Tu sonrisa te embellece, tu risa canta
con la fuerza de tus convicciones; ¡qué feliz
que aprendas, hija amada! cuando el mundo
se ha tornado tenebroso, necio, intolerable,
y pocos son los observan los astros, pocos,
los que como tú, meditan los números,
esencia secuencial de lo que existe…
Anuncio a quien conozco que contigo ha renacido
la sabiduría en Alejandría; lo digo a todos,
con el orgullo de un padre que te admira
y lo han ofendido los secuaces de Teófilo.
Sinesio de Cirene, obispo de Ptolemaida,
y Oreste, por igual, tus alumnos gratos,
me dijeron que a todo neoplatánico
lo sacarán del pueblo; habrá violencia.
Que Cirilo, el Obispo, es fanático y te odia.
Te envidia, te ama y te odia a la vez.
Que te cuides de los cristianos
(ellos me han dicho). Que te lo diga, hija sabia
pues enemigos son y se acercan a escucharte
y sólo te espían. Te llaman, ¿lo supiste?
la bruja de los libros, la atea del platonismo,
neoplatónica, hereje venusina y nestoriana.
La ciudad no es como antes, tú sí sigues pagana.
Alejandría ha cambiado, se cristianiza y sin discernimiento.
El populacho se convence de que eres peligrosa,
demonio de pelo largo, bruja por tu conocimiento.
Han comenzado a acusarte de herejía.
Ha triunfado el catolicismo intolerante y pendenciero.
Comienza la tiniebla. Las ondas del Leteo.
Hija, adelante. Jamás te frenaré;
pero, cuida tus tratos. No son los monjes buenos.
Tengo miedo por tí; corazonadas. Me informaron
tus discípulos que, en secreto, contra tí
se conspira y el empeño es matarte.
12-8-1900 / Del libro
[Hipatía de Alejandría, nacida en el Siglo IV de la Era Cristiana, superó en sus conocimientos de Astronomía, Matemáticas, Oratoria y conocimiento de diferentes religiones, a su propio padre, Teón. Ella viajó a Atenas y a Roma siempre con el mismo afán de aprender y de enseñar. La casa de Hipatia se convirtió en un lugar de enseñanza donde acudían estudiantes de todas partes del mundo conocido, atraídos por su fama. Desafortunadamente, el fanatismo cristiano durante el Obispado en Alejandría de Cirilo hizo que se desacredita su sabiduría, se le acusara de bruja, idólatra y hereje, y se le asesinara por unos monjes católicos.
Los escritos de Juan Nikio, obispo de Egipto, cuenta la forma en que murió durante un tiempo en que hubo, por igual, matanzas de judíos por cristianos. En su ataque, «la golpearon, la desnudaron y la arrastraron por toda la ciudad hasta llegar a un templo llamado Cesáreo; allí continuaron con la tortura cortando su piel y su cuerpo con caracolas afiladas, hasta que murió». Finalmente, descuartizaron su cuerpo y lo quemaron].
* * *
Homenaje a la educadora Frances Perkins
«The quality of his being one with the people, of having no artificial or natural barriers between him and them, made it possible for him to be a leader without ever being or thinking of being a dictator»: Frances Perkins (1880-1965)No estarán hablando sobre tí porque eres
educadora, noble y fuerte como esos árboles
a los que deseaste subir
como chico travieso, siendo muchacha hermosa.
Y para tí hay reglas, neciamente forjadas
desde la niñez en Worcester, amazona:
«No subirás a un árbol, no enseñarás las piernas
ni las nalgas, y no te pongas pantalones».
En fin que no subíste al árbol.
Con el tiempo dijíste, «ya no quiero ese nombre,
Fannie Coralie, ese nombre me recuerda
árboles a los que no subí, árboles
con los frutos amargos de las prohibiciones»
y te llamaste Frances. Elegiste tu nombre.
También te dijeron: «No estudies. Hacerlo
no es necesariamente femenino».
Es mejor que se estudie con las ollas,
con el lavar a mano, con la cama del marido
y ser noble, sacrificada esposa.
Pero te fuíste a Columbia University
y te hicíste socióloga y fuíste hasta maestra voluntaria
y dijíste que entre la gente y tú no existan barreras
ni artificios que te separen de un pueblo
ni condición natural de género que te orille.
Y por eso no van a hablar sobre tí
ni mujeres ni hombres.
2.
Ahora tu esposo, Paul Caldwell, te ha virado
la cara, él no quiere hablar sobre tí, tú no quieres
su apellido, Caldwell Wilson. Te diste
nombre y apellido con tu propio derecho.
No venga él a decir que te da algo.
Te diste profesión, vives con metas, Frances.
Que no sea él tu obstáculo, sólo le pides
compañía, amor, no que te estorbe.
El no quiere hablar sobre ti
porque has ido a la corte a señalar
que el apellido es nada. Que tú vales
con tu nombre dado, que no necesitas muletas,
que sabes lo que quieres.
Y eres fuerte y hermosa, libre
y no necesitas más dictadores
como sombra.
3.
No estarán hablando sobre ti
Nadie hallarás que elogie en ti sabiduría.
Te llaman «mujer con rojos pensamientos»
que hablas con vigor sobre mejores horas
y condiciones de trabajo. Que culpas al industrial
de ese trágico fuego que consumió
Triangle Shirtwaist Factory
(la fábrica de camisas newyorkina).
Han virado la cara para decirte socialista,
antipatronal, pro-rusa, enemiga del rico,
feminista con faldas, en días en que la mujer
trabaja 48 horas y el marido quiere que le sirva
desayuno en la cama, trapée todos los pisos,
lo atienda, lo mime, lo complazca
aunque estés cansada.
Ellos no estarán diciendo bendita,
deseada mujer, compasiva Frances.
Virarán la cara al menospreciarte.
4.
La élite se mostró descontenta
porque promueves el salario mínimo
y que haya leyes de compensación
por despido al obrero. Estás pensado en el pobre
y la paradoja: el explotado no lo agradece.
Alega que si él trabaja menos de 48 horas
la economía decae,
el progreso se joderá lo mismo
que el salario. Y el obrero lo creyó y ya no
quiere hablar sobre ti ni darte gracias.
¡Qué mala suerte tienes, Frances!
por querer darte solidaridad con el de abajo.
La gente de la élite industrial te menosprecia
y el obrero empobrecido te vira
la cara y enmudece y lo peor es que las mujeres
también hace lo mismo; tú no las quieres
en el servicio militar; se necesitan en casa
si es que por la guerra se decide el gobierno.
Pero todo el mundo opina.
Y en Norteamérica, ya lo dijiste:
«Public opinion is the leader».
5.
«I came to Washington to work for God, FDR, and the millions of forgotten, plain common workingmen»: Frances PerkinsAl fin estás donde más se necesita,
Frances Perkins, en rol de Gabinete,
en Consejo de legislación para el Nuevo Trato
con The Roosevelt I Knew, el presidente
del salario mínimo, el que creará, gracias a tí,
el Seguro Social, la pensión de los pobres,
las mínimas garantías de bienestar del jubilado.
¡Pero te están llamando comunista
y creen que se probó, rotundamente,
al negarte a deportar empleados / rojos subversivos /
cuestionables progressives / rough-and-tumble labor leaders /
toda la gama de International Longshore y Warehouse Union.
Los llaman comunistas infiltrados, espías
en la Costa Oeste, reformeros rojos
como Al Smith y otros secuaces del Tammany Hall
y por salir a su defensa / viran la cara los locarios /
tu marido y tu hija / sí hasta Susana /
hacen sus rabietas maníaco-depresivas /
salen de clínicas mentales /
deprecando a tu nombre.
Y la élite, vilmente con esperanza
de que seas despedida de tu Secretariado
de Trabajo y cada responsabilidad de gabinete.
Que no se hable sobre tí buenamente, Frances.
Que te odie el mundo porque la opinión
de la blasfemia pública es que has subido
al árbol del impeachment y, como una Eva,
del mal tiraste el fruto,
tu comunismo siquitrillado.
[El siguiente poema sobre la educadora Frances Perkins, nacida en 1882 en Boston, Massachusetts, es un homenaje de Carlos López Dzur, incluído en «El libro de anaquistas». Perkins se graduó en Mount Holyoke College en 1902, Columbia University en 1910 con un grado de Maestría en Sociología. En 1910 adivin como jefa de la Liga de Consumidores de New York, luchando por mejores horas y condiciones de trabajo. En 1933, Franklin Roosevelt, el entonces Presidente de los EE.UU., nombró a Ms. Perkins su Secretaria de Trabajo, posición en la que sirviera por 12 años, más que cualquier otro Secretario del Trabajo. Fye la primera mujer en tener una posición de Gabinete en los EE.UU. de Norteamérica.
El historiador Arthur Schlesinger Jr. ha descrito Frances Perkins de este modo: «Brisk and articulate, with vivid dark eyes, a broad forehead and a pointed chin, usually wearing a felt tricorn hart, she remained a Brahmin reformer, proud of her New England background... and intent on beating sense into the heads of those foolish people who resisted progress. She had pungency of character, a dry wit, an inner gaiety, an instinct for practicality, a profound vein of religious feeling, and a compulsion to instruct».
Como Secretara del Trabajo desempeñó un papel clave en la elaboración de legislación para los programas del New Deal / Nuevo Trato, incluyendo la aprobación de leyes sobre salario mínimo. Sin embargo, su aporte más importante fue en 1934 como jefa del Comité Presidencial sobre Seguridad Económica. En esta posición estuvo involucrada en todos los aspectos de preparación y celebración de audiencias públicas que cuajaron en la aprobación del sistema del Seguro Social y la ley «Social Security Act de 1935».
Aquí, con el el poema a la reformadora social más influyente de su siglo en términos prácticos, se da un homenaje; se asegura que ella hubiese logrado más si la opinión pública y la mentalidad de los partidos en Norteamérica hubiesen sido más realistas, generosos y libres de fanatismos majaderos. Este poema está incluído en El Libro de Anarquistas, de Carlos López Dzur].
_______
Entrevista al autor / Oscuras sendas / La Naranja / Movimiento ecologista / El mundo visto desde el Sur América Latina en Movimiento / Para oir a Alejandro Humboldt / Segunda parte: Nos cayó la macacoa / Estéticas mostrencas y vitales / Alfio / Nemoroso / Tercera parte: Soliloquio de Nemoroso / Soja, basura transgénica y Argentina / Mil millones de personas viven con un dólar al día
No hay comentarios:
Publicar un comentario