miércoles, 8 de febrero de 2012

CONTENIDO1Y2


FACEBOOK / Carlos López Dzur / Diálogo Digital / UPR / Revista TRIPLOV de Artes, Religiões e Ciências / Carlos López Dzur: Indice / Teoría de la sustentabilidad / Homenaje a Hebe / Kool Tour Activa / Revista Sequoyah / Microrrelatos / Carlos Lopez en PR / La Naranja de OC / LIBROS / Esteta caribeño / Carlos López Dzur: Escritor chacaloso / Escribirte / Lope de Aguirre y los paísos soñados

Indice

Primera parte:
ALBORES COLONIALES Y POSCOLONIALIDAD
1. Prefacio: Tragedia haitiana
2. En vísperas del Tratado de Ryswick, 1697
3. Sin simpatía humana
4. Del primer torturador del Caribe
5.
6.
7.
6.
8.
10.


<>000<>000<>000<>

1. Prefacio / Tragedia haitiana


Alguien se preguntará cómo se formó
el desierto y sus escarabajos,
con rostros tristes, cara-abajo, tirria en alto...
y por qué en tí, Tierra montañosa,
¿por qué en Haití, jardín afrotaíno?
las hordas rivales
apuñalaron las aguas
y la alborada quedó sin arcilla.

Hasta la sangre
las jaurías de tantos desprecios
han mordido al ser de sal en zanjas secas
y han nacido zombíes de junco y ortiga.
En las memorias de los riachuelos,
se olvida que América te debe el anhelo
más temprano de horizonte (1794)
y que has tenido soles duros,
escarabajos ardientes, combatientes
a la vera de plazas remotas
conjuradas en Gonaives.

Se ha olvidado que la pólvora
jamás ha sido tan heroica
tierra abajo, bajo cara,
como para evitar que el fuete
establezca al tirano y el alma trague
polvo de culebras.

Alguien se preguntará
por qué se marcaron tantas cicatrices
¡demasiadas, Haití!
en tu geografía llena de colores,
en tus negras espaldas
a pesar de voces de protesta, dentro
y fuera, tierra arriba, tierra abajo...
y el llanto y el ritmo y los pinceles
y tambores y manos amorosas
de labriegos y ventorrilleros
en las calles de Port-au-Prince
y Cap-Haitien...

Visto desde el alto Gros Morne,
es árido el aliento de cada mañana;
pero, en las tardes, hay balseros
que se juegan la vida y se lanzan
al viaje sin garantías,
a la danza de la muerte,
a los garrotes homicidas.

Aquí, años después, se les espera
porque los balazos apuran sus regresos.
La marejada de almas inconformes,
los rostros y piernas que huyen
y los pasos en flote de mar incierto,
¡son parte de la Tierra Montañosa!

¡Tu desierto de silencio y violento dolor!
Con hambre se cavan tumbas para inocentes,
tus niños sin futuro y, con tiranía y metralla,
tumbas más adultas, sedientas de libertad y progreso
y, por esta razón, se echan a las aguas,
tristes y cansados, crédulos haitianos
del próspero, modélico y justiciero Norte,
y preguntan por qué la Tierra Montañosa
tiene ríos venenosos como la hiel
y su pan sabe al dolor de playas extrañas
y la dulce lluvia de abril no regresa.
Nada regresa, todo se va.

Se miran empujados, pateados
en las bocas y en la espalda,
descritos como intrusos,
extranjeros
migrantes
indocumentados
negros
sucios
bandidos
delincuentes.
cochinos, feos, salvajes
incivilizados viruelosos, haitianos,
en fin, la descarga sedienta
del sequedal de la Tierra,
y siquiera allá reciben la respuesta.

Y aquí, a tiros enterrados en el agua,
a derrota sumidos en prisiones,
sobrevivientes,
expatriados,
devueltos a estocadas y porrazos,
el reino del terror crece entre profetas
y claman todavía, cara bajo, cara arriba,
carimuertos, tirria en alto,
proscritos y huelguistas y estudiantes...

13-8-1983

2. En vísperas del Tratado de Ryswick, 1697


Ya supe que saquearon a San Juan de los Remedios.
y ese día la vergüenza entró a Cuba por la bahía ancha.
El dolor los visitó en su carne y hubo angustia
y deshonor. Herimos su tendón de Aquiles.
Francia se ha vestido de orgullo en Saint-Domingue
y pactará el español. Seremos su auténtico enemigo.

Ustedes permanezcan tesoneros, aguerridos,
que Cap Français no tarda.
Beberá hiel el León Ibero.
En el norte de la antilla flotará Nuestra Bandera
y el puerto de Cap Haitien rumiorará
con sus aguas nuestros nombres
y el Rey será bendito.

Colonicen la zona occidental. Que a la isla
España la descuida. Tenga fe. Sumen los gábilos.
La colonia francesa será el más rico territorio del mundo.
Pantaciones de azúcar, café, muchos productos.
Y el negro esclavo, en faena, de 12 a 15 horas,
y ustedes, enriquecidos y en disfrute.
Yo, el rey, junto a Dios les bendigo.
La vie longue à la France!

03-09-1999
3. Sin simpatía humana


Sin simpatía humana, ¿de qué nos sirve la razón equilibrada?
Sin amor fraternal ilimitado, ¿cómo declarar que conocemos
sacrificio, valor, cooperación, alianza humana universal
para enfrentar lo injustamente divisorio, lo crítico y urgente?

¿Cómo hemos de ser civilizados en una sociedad
organizada como conspiración para el robo y la opresión?
¿Dónde está la riqueza de lo natural, dónde la abundancia
de lo productivo, donde un credo de porvenir
para que no exista ignorancia ni degradación?

¿Quién nos destruirá los templos de piedra
y hará instituciones orgánicas y vivas
que garanticen la dicha de nuestra humanidad?

¿Quién, sensible hasta el dolor,
quién comprometido en verdad,
quién lo suficientemente humano?

12-09-1989


4. Del primer torturador del Caribe


A Antonio de Ojeda, represor de los taínos,
primer torturador del Caribe
Hay que soñar, por eso salíste a la luz,
dejaste la caverna; en puntal de lanza
víste el sueño de habitación sublime
y madriguera sana y salud
de tus huesos... soñar es
la ética práctica, la voluntad
de ágape y futuro;
pero las mimes cayeron
de la sata oclocracia de los desalientos
y, para poca salud, más vale morirse.

Te dejaste matar y en comerte
la miseria sucumbíste.
Dejaste de soñar al comulgar
con ruedas de molino: el invasor
y el perverso y el que incensa
la oblata con decoro de linajes
de jaurías y mirlos blancos y elefantes
de colores y zorras con dos rabos,
no sueña, no sabe o lo olvida.

En Majaguana y Urabó,
dejaste de soñar porque se fue
Caonabó, cacique de tu alma
y sol preclaro, y no supíste
comprender que fue en cadenas,
torturado, por los demonios blancos.

8-21-1988




____

Biografía / Poetas del Mundo>/a. / Biografía / Tarea Escolar / Blogs / Cuaderno / Teoría de la sustentabilidad


No hay comentarios:

Publicar un comentario